19 de marzo de 2012

‘The Wall’ in the flesh: Derrumbando el muro de Roger Waters.

La tarea para la vuelta a casa luego de la experiencia The Wall en Argentina, es un verdadero reto al que me embarco  con ustedes, espero no olvidarme de ningún detalle ahora ni nunca.

En la cuarta fecha la lluvia nos acompaño en casi todo el concierto.  Tal vez era una de esas señales que indicaba que no importé que pasé el show debía continuar y el muro debía ser derrumbado esa noche.


Pasado las 21 horas, el estadio se oscureció, el show comenzó, en medio de la parafernalia de fuegos artificiales se escucharon los primeros acordes de “In the Flesh?”.

Roger ya estaba al mando del estadio. Los ojos de los espectadores habían sido seducidos por el gran muro que estalló en imágenes, mientras los oídos fueron engañados por los sonidos de un avión que parecía estar sobrevolándonos. Hasta que al final del tema, sorpresivamente un avión bombardero apareció en medio de la cancha con la nariz apuntando al muro por el cual se estrelló, conduciendo todos nuestros sentidos al borde del delirio.

‘The Thin Ice’ calmó el frenesí inicial, y el muro mostró un lado más humano con imágenes de soldados, víctimas y activistas fallecidos. La primera parte de un himno, “Another Brick in the Wall” sonó mientras los ladrillos en el muro seguían sumándose. Durante "The happiest days of our lives" y “Another Brick in the Wall 2” se desplazó el muñeco gigante del profesor,  un grupo de niños se unió al coro y el “We don’t need no education” retumbo con fuerza en el monumental. 




Roger hizo una pausa, se dirigió al público por primera vez, con un español envidiable, y presentó el siguiente tema, “Mother”, un tema que alivió la exaltación y encendió la crítica cuando el estribillo preguntaba: Mother should I trust the government? y el muro respondió en seco: “Ni en pedo”.




“Goodbye Blue Sky” nos transporto de nuevo a las oscuras escenas de guerra, mientras fueron arrojados de los aviones bombarderos símbolos religiosos y logos de corporaciones, como un alegato en contra de todos los elementos que nos dividen y enfrentan.



Siguió Empty SpacesWhat Shall We Do Now? que continuo en la misma línea crítica, luego  Young Lust que trajo más desenfreno, One of My Turns y  Don't Leave Me Now para estremecernos.

La primera parte del concierto culmino con “Another Brick in the Wall Pt. 3”, “Last Few Bricks”, y el emotivo ‘Goodbye Cruel World’ en donde el muro se completo y  quedamos separados, público y músicos en medio de él. 

A la vuelta del intermedio, Hey You” nos atrapó y dejo embelezados frente a un altísimo muro, esta vez sin imágenes, un muro músical perfecto. Y preguntamos “Is there Anybody Out There?”, y Roger respondío desde su cuarto: (recreado dentro del muro como el que aparece en la película) “Nobody Home”.



La conmovedora canción “Vera” empezó y el desborde emocional era inevitable, más aun al siguiente momento en el cual el muro nos reclama “Bring the Boys Back Home”. En seguida los inconfundibles primeros acordes de guitarra de “Comfortably Numb” alucinan al estadio, y al momento que Roger golpea el muro la vista se pierde en las increíbles animaciones proyectadas en él.



A esa altura uno ya no podía estar más hipnotizado, “The Show must go on” continuó. Y Roger vuelve a la piel de un líder totalitario en “In the Flesh” conquistando y ‘matando’ a todos a su paso, entretanto se elevaba un cerdo volador negro (Animals) con mensajes y símbolos escrito sobre él.

Roger, preguntó “Are there any paranoids in the stadium tonight?” y todo el estadio se levanto y volvió a enloquecer con  “Run like Hell” y las imágenes que disparaba el muro.



Lo mejor de los efectos de animación de la noche se proyectaron en el muro durante  Waiting for the Worms, “Stop”, y “The Trial”. Cerca ya del veredicto final que todos esperamos, al termino de la canción los ladrillos del muro se desmoronaron. Todos lo celebramos, mientras también algunos se llevaban un trozo del chancho volador que cayó en el campo al mismo tiempo que se derribo el muro.

La alucinación todavía no permitía percibir que todo estaba terminando, el muro cayó y la despedida era evidente con “Outside the Wall”.

Entonces, Roger sentenció: “We stopped the rain”, para finalizar un show de más de dos horas de primerísimo nivel. Un show que aliena, fascina, emociona y por sobre todo une a diferentes generaciones identificadas con los mismos sentimientos, miedos y esperanzas de esta obra maestra.  

1 comentario:

  1. Magnífico y completo post! sin dudas es un bombardeo a los sentidos y sentimientos el prestigioso show.

    ResponderEliminar