Aprovechando que continua la fiebre de 7 cajas, no puedo dejar de escribir mi impresión sobre esta película nacional que se transformó en una de mis favoritas.
Después de 19 días de su estreno, más de 90.000 personas ya vieron lo que había en las 7 cajas, y ese logro no es para menos, porque a muchos todavía les vence la pereza a la hora de ir al cine.
Sin embargo ese no fue el caso de 7 cajas, con funciones llenas y filas largas para ingresar a las salas del cine, y personas que fueron a verla más de una vez.
Como en nuestro país pocas veces nos encontramos con que una producción local tenga tanta repercusión uno naturalmente se podría preguntar: ¿qué hizo de 7 cajas un boom?
Una parte de su éxito puede deberse a la admirable estrategia de marketing para llamar nuestra atención, con la consigna ¿qué hay dentro de las 7 cajas?, pero una vez dentro de la sala de cine a uno lo atrapa su trama, y el boca a boca de lo bueno que estuvo la película empieza.
Es que 7 cajas engloba en menos de 2 horas un mundo tan nuestro, tan paraguayo, con personajes que parecían desplazarse naturalmente por lo que sería su día a día normal en los pasillos del Mercado 4.
La trama realmente te atrapa desde el inicio llevándote a empatizar con las situaciones que vive cada personaje y atraparte en cuando uno de ellos podía verse en una posición peligrosa. Mercaderas, carretilleros, coreanos, árabes, travestís, policías panzones, corrupción, necesidad, amor, todo encerrado en una historia dentro del Mercado 4 en el 2005.
Creo que es necesario destacar como los actores encajan naturalmente en sus personajes, comenzando por Víctor el protagonista y encargado de transportar las misteriosas cajas. Y este elemento hizo que el argumento cobrará fuerza a medida que avanzaba ante nuestros ojos. Además, el jopara le dio un toque particular, con frases que sólo en guaraní tendrían ese tono jocoso y seco. Y hasta el 'Huye Hermano' grabada para la película por Revolber, se ajusta perfectamente en este universo.
Esta película sabe como transmitir en nuestra particular mezcla de idiomas, el jopara, de paraguayo a paraguayo, una realidad palpable. Nadie va salir del cine sin sentirse próximo o hasta identificado aun cuando estamos hablando de una película de ficción.
Si la viste, creo que sabrás de lo que estoy hablando, sino la viste aún te recomiendo que vayas apenas puedas, vale totalmente la pena.
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